02 Sep, 2025

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El brócoli contiene compuestos bioactivos como el sulforafano, que estimulan las enzimas desintoxicantes del hígado y reducen el daño celular. Su alto contenido en vitamina C y fibra lo convierte en un aliado fundamental para fortalecer el sistema inmunológico y mantener la salud intestinal.

La zanahoria, al ser rica en betacaroteno, protege la piel del daño solar y mejora la visión, especialmente en condiciones de poca luz. Además, sus antioxidantes naturales ayudan a combatir los radicales libres, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

La espinaca aporta hierro, calcio y magnesio, tres minerales esenciales para el funcionamiento muscular y la salud ósea. También contiene clorofila y compuestos fenólicos que ayudan a depurar la sangre y a mantener la presión arterial en niveles saludables.

El tomate no solo es refrescante, sino también una fuente destacada de licopeno, un antioxidante que protege el corazón y puede disminuir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, especialmente el de próstata. Consumido crudo o cocido, mantiene sus propiedades terapéuticas.

El repollo (col) es bajo en calorías pero rico en compuestos azufrados que favorecen la digestión y reducen la inflamación. Además, su alto contenido de vitamina K contribuye a la salud ósea y ayuda en la coagulación sanguínea, siendo ideal para una dieta equilibrada.